Practicar la equitación como deporte nos transmite una serie de beneficios físicos incontables, además, nos ayuda a fortalecer la disciplina y la motivación por hacer las cosas de la mejor forma. Sin embargo, no es solo montar al lomo de un equino, guiarlo y hacerlo galopar o saltar. Practicar equitación nos permite desarrollar innumerables beneficios en la parte emocional y psicológica. Aunque no lo veamos, al momento de montar un caballo debemos crear una conexión especial incluso antes de subirnos a él; conocer al animal, transmitirle nuestras emociones y sentir también las emociones del animal es una magia que solo ocurre al practicar equitación en una escuela hípica.
No todo son beneficios físicos
Es bien sabido que hacer equitación estimula todas las partes del cuerpo y además nos proporciona beneficios específicos como mejorar el equilibrio, la concentración, regula nuestra postura y nos ayuda con la percepción de esquemas corporales. Otro beneficio que podemos atribuir a la monta de caballos es el hecho de mejorar y desarrollar positivamente la motricidad fina y gruesa. Pese a ello hay ciertos beneficios de los que casi no se habla a la hora de montar equinos, y son los beneficios emocionales y psicológicos que estos nos pueden proporcionar.
Beneficios cognitivos y psicológicos de la equitación
Desde un tiempo para acá el montar a caballo ha pasado de ser un hermoso deporte de bastante exigencia a ser una ayuda para las personas con la finalidad de mejorar emociones y aspectos psicológicos y es que este deporte nos proporciona inconscientemente un sinfín de beneficios a nuestra salud mental que no lo imaginamos. Es importante destacar que el tomar equitación como terapia debe ser llevado de la mano de un instructor terapéutico especializado con el fin de obtener resultados óptimos.
Conoce los beneficios psicológicos de montar a caballo
Mejora la autoestima
El hecho de poder guiar y controlar las acciones de un ser vivo tres veces más grande que tu estatura y proporción permite confiar más en uno mismo, en lo que somos capaces y gradualmente esa seguridad, confianza y autoestima se verá afectada positivamente y se comenzará a reflejar en otros aspectos de la vida cotidiana.
Fortalece la concentración
Montar a caballo requiere niveles altos de concentración ya que simultáneamente se debe estar pendiente de los estribos, la pista, las riendas, el movimiento de caderas y la preparación para saltos o galope todo esto sin perder el foco de las instrucciones de nuestro profesor. Como consecuencia luego de un tiempo de equitación nuestros aspectos de concentración y memoria mejoran notablemente.
Coordinación de movimientos y reflejos
Como efecto directo de guiar un equino tenemos la coordinación de movimientos y reflejos, como fue mencionado anteriormente montar nos exige la realización de muchos actos a la vez sin perder el enfoque lo cual nos lleva a trabajar nuestro cerebro al máximo.
Además de los tres puntos más relevantes, la equitación nos permite desarrollar y mejorar nuestras habilidades comunicativas y de expresión. Amplia nuestro vocabularios y nos deja confiar un poco más en terceros. También, nos ayuda a superar la ansiedad y los traumas de agresión gracias a la superación de miedos y retos los cuales implica compartir y conectar con el caballo.
¿Quiénes deben acudir a equitación para fortalecer su salud mental?
Equitación es una disciplina deportiva adecuada para grandes y pequeños. Realmente es un deporte que se ajusta a todas las edades y necesidades. La escuela hípica San José Campestre en Palmira le ofrece al público diversos planes de monta, terapéutico, deportivo o de recreación. Según lo que busque cada persona se ajusta al plan. Aquellas personas que han sufrido maltrato, situaciones traumáticas, enfermedades degenerativas o depresión son aquellos a los que la equitación puede mejorar su calidad de vida en un 100% progresivamente. Lo hermoso de equitación como terapia es que es un proceso de va de a pocos, donde clase a clase se van viendo las mejoras y los cambios positivos, ya que no solo se reflejan en el momento de la clase, se reflejan en nuestra vida diaria.
Pacientes de inclusión.
Aquellos niños, jóvenes o adultos que pertenezcan a un grupo de inclusión disfrutan dos veces más los programas de deportes con equinos; ya que estos estimulan no solo su parte emocional, también la física y sensorial. Desarrolla sus 5 sentidos al máximo y le permite al paciente experimentar sensaciones y habilidades que en otra actividad no podría desarrollar. Como consecuencia de esta actividad, en la vida rutinaria y de terapia se comienzan a ver mejoras en los aspectos cognitivos, comunicativos y de motricidad. Sin embargo, antes de tomar este deporte, es importante consultarlo con el médico de cabecera y escuchar las recomendaciones del mismo.
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